Una de las primeras y más importantes decisiones que debes tomar al ingresar a una mesa de juego de efectivo es saber el monto del buy-in. Muchos casinos y clubes tienen un mínimo y un máximo, mientras que otros permiten entradas de cualquier monto. ¿Qué debes hacer?
En este artículo solo hablamos de juegos con límite de bote y sin límite, ya que en los juegos con límite el tamaño del stack tiene poca influencia en el juego.
Simplifiquemos nuestra decisión en dos opciones simples: una inversión pequeña o una inversión grande. En el juego grande, entramos con la cantidad máxima (o muy cerca de ella), o, si el juego no tiene límite de buy-in, con una cantidad similar a los stacks más grandes del juego (100 bbs o más). En el buy-in pequeño, entraremos con el mínimo o cerca de él (alrededor de 50bbs).
Ahora veamos qué factores afectarán nuestra decisión.
1) Fondos propios
El factor más importante es definitivamente tu bankroll. No deberías gastar ni siquiera R$ 1 en póquer si vas a necesitar ese dinero. En general, deberías jugar con un máximo de 10% de tu bankroll de póquer en un solo juego.
Si tienes un bankroll de R$ 2,000, deberás disponer de un máximo de R$ 200.00 para jugar. Este valor está cerca de lo que se necesita para una mesa de juego de efectivo R$ 0,50 / R$ 1 o R$ 1 / R$ 2.
2) Tu tiempo disponible para el juego
Éste también es un factor importante. Si tienes una cita o algo programado para un horario cercano al juego, probablemente deberías seguir la estrategia de “golpear y huir”. En este caso es mejor entrar con un buy-in pequeño, intentar doblar la apuesta o un poco más y luego abandonar el juego. Un buy-in grande sería más conveniente si vas a pasar horas en la mesa, ya que tendrás más tiempo para estudiar a tus oponentes, aprovechar las situaciones y ganar grandes botes.
3) Tu nivel de habilidad en relación con tus oponentes.
Cuando el bankroll y el tiempo no son problemas, por último debes tener en cuenta tu nivel de habilidad. Cuanto mejor y más experimentado seas, más profundamente (con una pila mayor) podrás jugar. Si estás en una mesa llena de tiburones, definitivamente es mejor entrar con una pila más pequeña.
Las decisiones en el poker se vuelven más difíciles cuando el bote es más grande, requiriendo en consecuencia más cálculos y teniendo en cuenta más variables, sin mencionar, por supuesto, el factor presión.
Es mucho más fácil igualar una apuesta sabiendo que tienes R$ 10 detrás en tu stack que si tienes R$ 1,000.
En general, si eres más hábil en este tipo de situaciones de alto riesgo y alta presión, te irá mejor con buy-ins mayores y serás más rentable a largo plazo.
Conclusión
Un buy-in pequeño significa que tus decisiones generalmente se tomarán antes y durante el flop, mientras que con buy-ins más grandes tendrás decisiones difíciles en el turn y también en el river.
Por último, una estrategia híbrida también es válida. En él, comienzas la sesión con un buy-in mínimo para “probar las aguas”, pero tienes dinero de reserva para volver a entrar al juego, en caso de perder tus fichas, con un buy-in grande si te das cuenta de que tienes una buena ventaja sobre tus oponentes, teniendo una buena posibilidad de irte con ganancias.
Artículo escrito por Robert Woolley y traducido/adaptado del original Noticias de póquer.