Muchos jugadores dejan que sus pensamientos supersticiosos afecten su juego. Algunas supersticiones son inofensivas, pero la mayoría pueden dañar tus ganancias a largo plazo si están presentes en tu juego durante demasiado tiempo. El póquer es un juego de matemáticas y pensamiento objetivo sobre cosas y eventos que afectan tu mano. Incluir hadas y elfos en tus decisiones sin duda dañará la calidad de tu juego. Sin embargo, casi todas las personas con las que juego regularmente hoy en día, y con las que he jugado en el pasado, han estado y siguen estando influenciadas negativamente por supersticiones en algún grado. Incluso los jugadores de grandes apuestas hacen cosas locas basadas en supersticiones erróneas. Sin embargo, sobreviven en el juego porque lo hacen en una escala mínima, dejando el resto de su juego impecable.
¿Eres supersticioso después de todo?
Os contaré una pequeña historia para ilustrar esto. Hace muchos años, un buen amigo de Dan Harrington y yo jugábamos High Stakes Limit Hold'em todos los días en el Commerce Casino de Los Ángeles, California. Él es asiático. Hasta donde sabemos, muchos jugadores asiáticos son bastante supersticiosos y la mayoría de los jugadores ganadores tienden a tener algunas peculiaridades inofensivas. Un día estaba bastante ganador y ya había cogido demasiadas manos premium para un día, bien por él. Entonces, en mi actitud manipuladora y juguetona, le dije que su sombrero debía traerle mucha suerte. Más tarde, intenté apostar con Dan que él también usaría ese mismo sombrero al día siguiente, y le ofrecí buenas probabilidades para que aceptara la apuesta. Dan no lo aceptó porque sabía que yo tenía razón. Dicho y hecho, al día siguiente volvió a usar el mismo sombrero, pero esta vez perdió muchas manos y nunca más lo volvió a usar. Fue un caso de superstición tonta y básicamente inofensivo, a menos que cambiara su estilo de juego debido a ello. Aún así, veo muchos jugadores que creen en la ropa de la suerte y la usan cada vez que juegan, sólo porque alguna vez ganaron grandes botes con ella. ¿Haces esto?
Hay muchas cosas que pueden costarle caro a un jugador y eventualmente llevarlo a la ruina. Una de ellas es decir, en un juego que depende tanto del pensamiento, que no fue el día de suerte de ese jugador. Los buenos partidos no se dan a menudo, pero un jugador nunca debería basar sus decisiones en los resultados.
Otra reacción estúpida a eventos pasados es cuando un jugador juega más cartas, es decir, juega más suelto, durante una mano, después de haber tenido una “buena racha”, pensando que la ronda pasada influye en las cartas que vendrán ahora. En realidad, las cartas no tienen memoria y, si se barajan correctamente, todo se vuelve aleatorio, con resultados aleatorios, basados en los porcentajes de eventos. Otro tipo de este mismo pensamiento es una persona que retira una mano con un proyecto simplemente porque en manos anteriores sus proyectos no salieron bien, incluso cuando las probabilidades del bote son favorables para la jugada. Prácticamente están tirando el dinero por creer en alguna suerte que afecta el orden de las cartas. Lo opuesto también es cierto: intentar conseguir proyectos o tratar de mejorar tu mano sin las probabilidades de bote correctas puede ser muy perjudicial.
Cambiar la baraja es una estrategia común para intentar cambiar la mala suerte notoria de alguien. Pero esto sólo funciona en la mente, y termina convirtiéndose en una forma de culpar a algo externo por tus errores, pensando que el dealer está influyendo en tus resultados. Lo peor es que esto llamará la atención sobre tu desesperación, dejando a los jugadores alertas en la mesa con un arma para usar en tu contra. Es mucho más fácil derrotar a un jugador que ha demostrado que su juego está siendo afectado, negativa o positivamente, por algo que no sea el juego en sí.
Algunas personas cambian de asiento en la mesa cuando pierden, pensando que están en una situación desafortunada. No hay posiciones desafortunadas en la mesa. Sin embargo, esta superstición en realidad puede ayudarlos. Mira, cuando perdemos, una de las razones podría ser la posición de los otros jugadores en la mesa. Quizás un jugador muy agresivo a tu izquierda se esté aprovechando de ti. En ejemplos como éste, cambiar de ubicación puede ser realmente ventajoso. Esta situación es una de esas en las que el jugador con su tonta superstición hizo algo que realmente ayudó a su juego, en lugar de obstaculizarlo. Quizás tuvo suerte de tener esa superstición.
Otra situación en la que funciona una superstición es cuando la gente piensa que ciertos casinos les traen suerte. Ningún casino te traerá más suerte que otro, sin embargo, a veces puede ser ventajoso jugar en diferentes casinos. Un jugador puede sentirse más cómodo en uno u otro. Los jugadores de cada casino pueden ser más receptivos o más fáciles de vencer, por ejemplo. Así, el jugador puede tener mejores resultados en un lugar que en otro, pero a menudo no puede entender las razones de esos resultados diferentes. En este sentido, creo que vale la pena pensar un poco en dónde jugar. Definitivamente ve al lugar donde juegas mejor, incluso si no sabes cómo ni por qué sucede eso. Esto también se aplica a los juegos que juegas. A veces ganas gracias a algo que estaba fuera de tu alcance. Muchas veces fue debido a tu actitud o a un rake menor lo que afectó tus ganancias. No es el factor suerte lo que importa, el factor habilidad encaja mejor aquí.
Las supersticiones siempre aparecerán cuando se juega al póquer. Está en nuestra naturaleza. Con cosas aleatorias, es muy difícil dejar de pensar en influencias externas cuando ocurren eventos que parecen muy improbables. Necesitamos comprender estos acontecimientos y no dejar que nuestra ignorancia se convierta en una desventaja, sino que dejemos las desventajas a nuestros oponentes.
Traducido y adaptado del original (escrito por Ray Zee): ¿Eres supersticioso al jugar al póquer?
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